22 Mar 2025

En el Día Mundial del Agua, la bodega reafirma su compromiso con la gestión eficiente de este recurso esencial. A través de tecnologías de precisión e innovación agrícola, optimiza cada gota en sus viñedos para garantizar un uso responsable y sostenible.

El agua es un recurso vital y escaso, especialmente en Mendoza, donde el clima semi desértico y las condiciones del suelo plantean un desafío constante para la vitivinicultura. Conscientes de esta realidad, la bodega ha asumido la responsabilidad de gestionar el agua de manera eficiente al combinar innovación tecnológica y buenas prácticas agrícolas que maximizan su aprovechamiento y reducen desperdicios.

Uno de los pilares de su estrategia es el riego de precisión, una metodología que integra información clave del suelo, la fisiología de la vid y las condiciones del tiempo. La bodega cuenta con una plataforma digital donde se recopilan y procesan datos de sus fincas, lo que permite generar un plan de riego semanal ajustado a las necesidades reales de las plantas, evitando excesos y optimizando el uso del agua.

 

 

“Medimos nuestros impactos a través de nuestro sistema de gestión ambiental y la medición de nuestra huella hídrica. Implementamos acciones concretas para controlar y reducir el uso del recurso hídrico, fomentar la reutilización del agua y minimizar la generación de efluentes líquidos.”
Pedro Bonoris, Jefe I+D

 

Para determinar el plan de riego, se recopilan datos de diversas fuentes. Por un lado, se considera la información tradicional del equipo de riego en cada finca, como la erogación y la uniformidad, junto con las características del suelo. Por otro lado, Trivento dispone de estaciones meteorológicas propias que permiten monitorear las condiciones climáticas en tiempo real. “Toda la información digitalizada y actualizada nos permite generar informes, detectar puntos críticos y anticiparnos a tendencias”, señala Bonoris.

A estas herramientas se suman mediciones complementarias, entre ellas la implementación de la cámara Scholander, un instrumento clave para medir el nivel de estrés hídrico en los tejidos de la vid. Su uso resulta fundamental en suelos heterogéneos con alta presencia de piedras, donde los cálculos de riego pueden ser más complejos.

Trivento implementó sensores de humedad en el suelo, en Finca Los Olivos, lo que permite una automatización total y la gestión remota del riego. Asimismo, en Finca Los Sauces realiza pruebas con sensores en las plantas, una tecnología que podría sustituir las mediciones manuales con la cámara Scholander y mejorar aún más la precisión del riego.

El riego por goteo tiene una eficiencia de hasta un 90-95%, muy por encima del 50% que ofrece el riego superficial tradicional. La implementación de estas tecnologías permite optimizar aún más el uso del agua y mejorar la eficiencia del sistema.

El compromiso de Trivento con la gestión sustentable del agua no solo responde a una necesidad productiva, sino que es parte de la visión a largo plazo para preservar este recurso fundamental. De allí la reafirmación continua de seguir innovando y adoptando estrategias que permitan seguir produciendo excelentes vinos con el menor impacto ambiental posible.

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